domingo, 22 de diciembre de 2019

NOVILLADA EN SIMANCAS. ALIMENTO PARA SEGUIR SOÑANDO.


“Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende”.

Cuando Don Pedro escribió el monólogo de Segismundo, seguramente no pensó que casi 4 siglos después, la vida seguirían siendo sueños e ilusiones.

Pocas cosas en la vida son capaces de acumular y resumir en un único instante esa suma caótica e ininteligible de sueños, algunos fugaces y efímeros, otros anacrónicos, otros interesados, todos ellos inexplicables que cuando se juntan producen el milagro del toreo.

Porque, sueña el empresario llenos los tendidos, sueña el ayuntamiento las fiestas bulliciosas, sueña el público tardes inolvidables, sueña el torero las tardes de farolillos, sueña el apoderado contratos y  billetes para el torero, sueña el ganadero clase y bravura y fuerza y duración y emoción…

¡Cuántos sueños!

Y el toreo es tan grande que a veces, muy pocas veces, los hace realidad.

Pero es esta posibilidad remota la que nos da el alimento para seguir soñando.

Y por esto en Toros de Tierz, lo que nos gusta es precisamente eso, soñar y criar nuestros toros con la ilusión de verlos lidiar en la plaza. Por eso, cada festejo en el que se lidian nuestros animales es para nosotros un sueño cumplido.

En Toros de Tierz nuestras metas son modestas y, por ahora, la salida de nuestros animales se produce de erales.

Este año, el Ayuntamiento de Simancas programó para el día 11 de septiembre una novillada sin picadores para un mano a mano entre los novilleros José Manuel Serrano, de Valladolid, y Álvaro Chinchón, de la Escuela Taurina de 'El Juli'.

Elegimos para la ocasión 4 erales a modo, apropiados para la plaza y elegidos de modo que pudieran ofrecer a los novilleros todas las posibilidades para triunfar.

Y así, salieron uno tras otro, Coquinero, Comediante, Farsante y Harinero.

Acusaron el verano y lo que, tal vez les faltó en carnes, lo compensaron con un generoso caudal de fuerza y bravura.

Para el ganadero hubo tres de cuatro. Dos de ellos excelentes, uno para cada uno de los novilleros, y sin ser fáciles ofrecieron la oportunidad de torear a placer y cortarles las orejas.

En tres de ellos identificamos en distinto grado las virtudes que buscamos en la selección: fijeza, prontitud, recorrido, ritmo y duración.

El otro, sin embargo, fue brusco y reservón. Tuvo fijeza pero le faltó entrega y soltó la cara más de lo que debía. Sin ser un barrabás, debemos decir que no nos gustó.

Así que, como suele pasar las más de las veces, nuestros sueños se cumplieron a medias, como a medias se cumplieron los de los novilleros quienes, tal vez con menos viento, habrían estado más a gusto.
Os dejo a continuación una galería de imágenes del festejo.

En los pueblos de Castilla se mantiene la hermosa tradición de ir andando a la plaza

El paseíllo ordenado, da seriedad al rito de a tauromaquia

Coquinero, cumplió en la muleta de José Manuel Serrano

Fue siempre hasta donde el torero lo llevó

Comediante tuvo más presencia

Con buen inicio en sus embestidas...

Resultó brusco y complicado. Tuvo mérito el novillero que tuvo que tragar más de lo previsto

El empresario estuvo bien acompañado en su localidad del callejón

Y salió Farsante en tercer lugar

y, conocer las reatas, permite a los toreros relajarse

Un gran novillo

Que permitió al novillero torear a placer

Embistió humillado y conritmo

Repetidor y con duración por ambos pitones

En fin, un novillo, que hizo todo lo que se esperaba de él

Harinero, salió en cuarto lugar

Tuvo fijeza y recorrido

Embistió humillado y pronto

Un novillo que se quiso comer la muleta

Sin ser el más guapo de la camada, su comportamiento fue serio e importante

Regaló embestidas excelentes

Metido siempre en los engaños

sin hacer nunca ningún extraño

Fue siempre hasta donde su matador lo condujo

Tuvo raza y presencia suficientes para una novillada sin picadores

Su matador lo cuajó en una faena que no remató con la espada

Los de pecho fueron largos y ceñidos por ambas manos

Y además, no permitió errores al novillero, que sufrió una voletereta. Un novillo que nos gustó mucho

Y, como os decía al principio de esta entrada, al final quedó la satisfacción del triunfo de los toreros y la ilusión de seguir soñando






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