domingo, 3 de febrero de 2019

REENGANCHARSE A LA SOCIEDAD


Siempre preferí jugar en la calle, salir al campo. Sentir el frío y el viento en la cara en el invierno o buscar la sombra y el frescor del río en el verano.

Disfrutar del placer inmenso de andar a mi aire.

Me aburrían los juegos de mesa, las cartas, las estrategias. Me parecían cosas de mucho pensar y poco sentir.

Sólo cuando no había más remedio, me acercaba al tapete y decía perezosamente aquello de “me reengancho”.

Hoy somos muchos los aficionados sentimos que no hay más remedio. Que la partida contra la tauromaquia comenzó hace tiempo y que otros la están jugando por nosotros.

Hoy somos muchos los aficionados sentimos que es hora de dar un paso adelante y decir “me reengancho”. Nos unimos a esta partida a sabiendas de que lo hacemos en las condiciones del jugador peor situado.

¿Alguna vez ganasteis después de reengancharos? Muchas veces perdimos, pero lo que es cierto es que nunca nadie ganó sin jugar.

 

Lo que es cierto es que se necesitan buenas cartas para darle la vuelta al juego y por lo que vimos el pasado día 30 de enero los que asistimos en el Teatro Zorrilla a la Jornada que organizó la Federación Taurina de Valladolid las tenemos.

Tenemos los triunfos necesarios para arrastrar en esa mano final de una partida que no podemos perder.

La Fundación Toro de Lidia, nos mostró un discurso nuevo, fresco, contemporáneo con el objetivo claro de recuperar un sitio de normalidad para la tauromaquia en el conjunto de la sociedad.

La tauromaquia hoy se ve obligada a reengancharse a la sociedad y para ello la Fundación ha creado una estructura, ha elaborado una estrategia, ha desarrollado un nuevo argumentario y ha encontrado en Victorino Martín un portavoz con conocimiento, capacidad y prestigio.

Y vimos, en sus palabras, que a través de la Fundación Toro de Lidia, la tauromaquia ha encontrado la clave que nos permitirá superar esta situación de desventaja: “mostrar que la fiesta que amamos y la sociedad en que vivimos comparten los mismos valores positivos”

No se trata de defendernos, se trata de encontrar puntos de encuentro, no con el animalismo, sino con la mayor parte de nuestra sociedad. Y de hacernos visibles en un plano de igualdad con cualquier otra actividad.

Así hoy es necesario trasladar a la sociedad el mensaje de que la fiesta de toros es distintivo de libertad individual y colectiva. Libertad de elegir una forma de vida, libertad para crear, para opinar, para expresarse, para manifestar un sentimiento, una pasión y una forma de ser.

Así hoy es necesario trasladar a la sociedad el mensaje de que la fiesta de los toros es distintivo del vigor de la justicia. De que las leyes se cumplen y nos obligan a todos. De que las leyes no son casuales sino fruto de nuestro esfuerzo y de la iniciativa popular.

Así hoy es necesario trasladar a la sociedad el mensaje de que la fiesta de toros es distintivo de igualdad. No somos diferentes, somos iguales. Iguales a cualquier otra expresión cultural, a cualquier otra actividad. Iguales en el trato entre nosotros y con los demás.

Así hoy es necesario trasladar a la sociedad el mensaje de que la fiesta de toros es distintivo de pluralidad. Plurales en lo político, en lo social. Diversos en nuestra forma de ser y manifestarnos. Si algo hay capaz de visibilizar la pluralidad de España es la fiesta de toros y sus mil formas diferentes de manifestarse.

Cuatro valores, libertad, justicia, igualdad y pluralismo político, que no son casuales. Son valores compartidos, territorio en el que es fácil encontrarnos con las capas más amplias de la sociedad española. Casualmente los cuatro valores que consagra como superiores nuestra Constitución en su artículo 1.

Y es en este discurso, alejado de los tópicos y de la tradición rancia donde la Fundación Toro de Lidia ha encontrado el territorio en el que reenganchar la tauromaquia a la sociedad, recuperando un hábito que habíamos perdido o que habíamos dejado atrás, el hábito de cuidar y luchar con generosidad y con verdad por aquello que amamos.

Para ello ha sido necesario que algunos, que habían cumplido de sobra ya, con su servicio para con la fiesta se reenganchen de nuevo y se alisten para ofrecer su figura y su prestigio en esta nueva etapa que se abre.

Así, figuras de la tauromaquia tan relevantes como Espartaco y Cristina Sánchez, acompañaron al presidente de la Fundación en una jornada extraordinaria en la que compartieron con los cerca de 400 asistentes su compromiso, sus opiniones y un sinfín de vivencias taurinas que, todavía hoy saboreamos cuantos tuvimos la ocasión de asistir y participar.

Quedó claro no obstante, el mensaje de que la Fundación Toro de Lidia, no podrá llegar a todos si los aficionados no lo apoyamos, si no les damos con nuestra inscripción como Amigos de la Fundación ese aval de representatividad de un colectivo que va más allá de lo que es un sector profesional.

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La ganadería de Toros de Tierz tuvo el privilegio de participar moderando el coloquio y provocando el diálogo, el debate y una tertulia abierta y sana, cuyo mérito corresponde sin duda a los responsables de la Federación Taurina de Valladolid que tuvieron el acierto de incluir este espacio para la Fundación Toro de Lidia entre las actividades de su excelente Semana Cultural Taurina de Valladolid.