domingo, 21 de marzo de 2021

RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO. Nos visita la Escuela Taurina de Medina de Rioseco

No son tiempos fáciles para nadie y, como bien sabéis, mucho menos para nuestra fiesta brava.

La pandemia se alarga y supone un frenazo en seco para los que sueñan con ser toreros.

Para los novilleros y especialmente para los que dan sus primeros pasos en el aprendizaje de esta bendita profesión, estos días se llenan de incertidumbres y de invitaciones a preguntarse si realmente valdrá la pena continuar.

En Toros de Tierz, sin embargo, pensamos que es ahora el momento de hacer frente a nuestra responsabilidad con la tauromaquia y mostrar nuestro compromiso con aquellos que deciden dedicar su tiempo y sus ilusiones a cimentar la continuidad de la fiesta.

Compromiso con estos hacedores de toreros que, año tras año, generación tras generación, inician estos días la preparación de la que ya es su vigésimoquinta camada de aspirantes a toreros.

Desde aquel 1996, en el que se pusiera en marcha al abrigo de la Peña Taurina Jorge Manrique, la Escuela Taurina de Medina de Rioseco, viene cumpliendo de forma discreta y constante con la esencial labor de facilitar el inicio de la forja de los toreros de nuestra provincia.

Por eso, para los que formamos esta familia de Toros de Tierz es un honor y un placer abrir las puertas de nuestra ganadería para recibir a los alumnos de este nuevo curso 2021 de la Escuela Taurina de Medina de Rioseco.

Ofrecerles lo mejor que podemos darles, la oportunidad de torear, de contrastar frente a los animales lo aprendido de salón con los maestros, de competir entre ellos, de demostrar su educación taurina y de comenzar a mostrarse ante aficionados y profesionales sembrando, de este modo, la semilla de la ilusión en sus carreras.

Y la mañana no lo puso fácil. La climatología no acompañó y les puso el reto de enfrentarse a los animales en las peores condiciones que pueden presentarse para el toreo.

Un vendaval del demonio quiso complicar lo que iba a ser una amable prueba ante 2 becerritas elegidas para que los más noveles pudieran comenzar a ganar experiencia y para que los más adelantados pudieran aprender que siempre está en la mano del que torea transmitir al público la importancia de lo que hace.

Pero así de difícil es el toreo y vimos a los alumnos enfrentarse en el ruedo a algunos de los graves dilemas que hay que resolver en décimas de segundo y para los que no hay margen de error:

- ¿Qué debo hacer, buscar el abrigo ante el viento y conceder al animal los terrenos de sus querencias o asumir un riesgo mayor en el terreno donde el animal embestirá mejor?

- ¿Qué debo hacer, montar la muleta y protegerme aun sabiendo que tal vez se me vaya el mejor pitón del animal?

- ¿Qué debo hacer, tratar de imponer mi toreo o aprovechar la experiencia y los consejos de los profesionales?

- ¿Qué debo hacer, torear para el animal hasta que se entregue o tratar de aprovechar mis dos tandas para lucirme antes de que salga el siguiente?


En fin, cuestiones muy difíciles para cualquier torero y mucho más para alumnos que están dando sus primeros pasos.

Cuestiones que forman parte del aprendizaje y que serán sin duda motivo de comentarios y reflexiones en las próximas clases de la escuela.

Para terminar os un reportaje gráfico de la mañana que finalizó según dictan las más clásicas costumbres del campo, compartiendo almuerzo, tertulia y chimenea.