domingo, 10 de enero de 2021

FILOMENA TAMBIÉN LLEGÓ A LA QUINTA DE TIERZ

Después de varios inviernos suaves, en estos primeros días de Enero en la finca de Toros de Tierz recibimos también la visita de la ya famosa borrasca Filomena.

Dicen los viejos hombres de campo que "el tiempo que hace en su tiempo es buen tiempo". Una mezcla de refrán y trabalenguas que nos recuerda que los inviernos en los páramos castellanos son duros e implacables.

Con ello nos consolamos y aceptamos que en estas fechas los trabajos del campo se endurecen y hacen que el cuidado de los animales necesite mayor dedicación.

Hace ya unas semanas que es necesario estar atentos a quitar el hielo de los abrevaderos para que los animales tengan agua disponible.




Afortunadamente, el ganado bravo es rústico y resistente a las bajas temperaturas. Cada año a medida que la otoñada avanza su aspecto sustituye los pelos cortos y brillantes por el pelo del invierno. Un abrigo natural que le permite afrontar los rigores del clima.

Una capacidad de adaptación que les permite sobrevivir a la visita de borrascas y temporales como esta Filomena que dejó en nuestra finca imágenes como estas.










 


FIN Y PRINCIPIO

 Os debía una entrada de final y principio de año. Hace ya unos días que tenía que haberme puesto a escribir y la verdad, he sucumbido a la pereza.

Supongo que estos días de ajetreo, de nostalgias y felicitaciones nos trastornan a todos un poco.

Pero bueno, por fin 2020 se ha terminado. 

No tengo memoria de un año tan extraño, tan lleno de sinsabores y dificultades para todos. Un año de desconciertos y decepciones que espero que pronto recordemos como un episodio ya superado.

En fin, en lo taurino ¡qué vamos a decir! Desde que se conservan estadísticas, sólo ha habido un año con menos festejos que 2020. Fue 1939 con un festejo menos. Si nos lo cuentan el pasado Enero no lo hubiéramos podido creer.

En Toros de Tierz, sin embargo, llegadas estas fechas preferimos ser optimistas. 

Por eso, celebramos la Navidad como nos gusta, de forma íntima y modesta, pero con cosas nuevas. Por primera vez pusimos al abrigo del pequeño refugio de la finca un modesto nacimiento, un pequeño belén a la intemperie del campo bravo con el que, esperamos inaugurar una nueva costumbre en la ganadería que nos permita celebrar el final de cada año entorno a una de las tradiciones más hermosas que nos han dejado nuestros mayores.


Y si el belén simboliza el nacimiento de una nueva esperanza, de nuevas ilusiones, eso mismo nos trae la nueva paridera que ya comenzó en la ganadería.


Poco a poco van llegando los nacimientos de una nueva camada que nos hacen olvidar todo lo pasado. Nacimientos que traen consigo el alimento de la ilusión de ser ganadero de reses bravas. El combustible que permite en estos tiempos mantener vivos nuevos sueños: ¿qué juego que darán?, ¿cumplirán con la expectativa que su reata promete? ¿en que plaza se lidiarán?, ¿a qué novillero ayudarán a cumplir sus ilusiones?.

Sueños compartidos con todos vosotros y en particular con el equipo de amigos que forman la guardia pretoriana de Toros de Tierz y que, como cada año se reunió para despedir el año juntos, compartiendo sonrisas y el calor de un fuego en el que se forjaron los rústicos obsequios que simbolizan el vínculo de esta brava amistad que nos une.