domingo, 7 de noviembre de 2021

TENDIDO CERO VISITA TOROS DE TIERZ: Un proyecto ganadero que se inició por pura afición

Durante la celebración de la Feria Taurina de la Virgen de San Lorenzo, Carlos Ruiz Villasuso visitó nuestra ganadería para hacer un reportaje para el programa de televisión Tendido Cero.

Heredero de aquella mítica Revista de Toros, Tendido Cero es el decano de los programas de Televisión Española.

Un milagro en la parrilla de la televisión pública que tiene muchos puntos en común con nuestra ganadería Toros de Tierz. Es un programa pequeño, hecho con poco presupuesto y mucha afición, pero con calidad con el gusto por lo bien hecho. Un programa que se hace pensando únicamente en los aficionados a la fiesta de los toros.

Y así, compartiendo ese lenguaje común, es fácil entenderse. Es fácil transmitir la idea y el porqué de Toros de Tierz que Carlos Ruiz Villasuso, a quien desde aquí agradecemos su visita,  ha sabido captar a la perfección en su excelente reportaje.

“Hay quien se hace ganadero porque se lo demanda su afición: una idea de calidad de vida”.

Quizás en este blog todavía no había dedicado un espacio para explicaros tan directa y personalmente porqué decidí ser ganadero.

“Acabo siendo ganadero por afición: primero al animal, al toro y después a la tauromaquia. A la popular y a la profesional”.

“Lidiar en festejos menores es mi forma de ayudar al origen de la tauromaquia. La ilusión lidiar en Cuellar, el pueblo de mi madre y donde se encuentra la cuna de mi afición. La satisfacción lidiar en sitios sencillos, en plazas cercanas. Donde comienza todo. Lugares desde donde apoyar las ilusiones de los jóvenes que sueñan con ser toreros”.

“La ganadería es un centro de aficionados. Un sitio rodeado de amigos, de aficionados, de familia. Un sitio para compartir con las personas que quiero”.

Naturaleza, ecología calidad de vida, amistad, cariño, palabras clave en este escalón básico del inicio de la tauromaquia y que dan sentido a esta aventura de ser ganadero.

Os comparto en este enlace el programa de Tendido Cero de este 6 de noviembre de 2021 a través del que tuvimos el honor de abrir nuestras puertas para recibir en nuestra casa, discreta pero orgullosamente, al conjunto de los aficionados de España y del canal internacional de Televisión Española.


Pulsa aquí o sobre la imagen para ver el reportaje

Nota: Para los más impacientes, podéis verlo directamente a partir del minuto 18 de la grabación.,




miércoles, 8 de septiembre de 2021

ROMANILLO Y VASCUENCE. Dos novillos de vuelta al ruedo

Antiguamente era frecuente ver en los alrededores de las plazas de toros a algunas personas que, siendo grandes aficionados a los toros, por las razones que fueran no tenían la posibilidad de acceder al interior de la plaza para presenciar el espectáculo.

Desde fuera se conformaban con seguir con toda atención lo que ocurría en el ruedo a través de los sonidos del espectáculo. El pasodoble de inicio que acompaña al paseíllo, los silencios, los murmullos de expectación, el desgarro del clarín que abre la tarde, el grito sobresaltado del público, los aplausos… Esas eran para ellos eran las pruebas fehacientes del discurrir de la tarde.

Ayer, durante el festival celebrado en Simancas, me vino a la mente esta sensación a medida que se iban sucediendo las lidias de los diferentes novillos que saltaron al ruedo.

Y yo, que soy un convencido de que el toreo es ante todo emoción, me entretuve en sentir como el sonido de la plaza se modulaba al compás de la importancia de lo que ocurría en el ruedo. Y así, pude comprobar una vez más que el público no se equivoca. Que cuando aparecen la bravura, la casta, la movilidad y las embestidas profundas y codiciosas, el público despierta, se activa y el sonido de la plaza deja de ser el rumor anodino de la suma de mil conversaciones aisladas para convertirse en una sola voz. En el olé rotundo que nace de las entrañas cuando el muletazo es bueno. En el silencio tenso del miedo que provoca ver el peligro y el dolor del torero. En el suspiro de alivio cuando finalmente ese toro cae. En el escándalo desatado de la emoción que provocan al juntarse en un instante la sorpresa, la juventud, las ganas y la conjunción de un toro y un torero en una faena rotunda.

Y fueron dos novillos de Toros de Tierz, Romanillo y Vascuence, quienes provocaron esta melodía de emociones y ganaron con ello los honores de ver asomar en el palco de la presidencia el pañuelo azul por dos veces en la misma tarde.

Dos vueltas al ruedo para nuestros dos novillos rotundas que respondieron a la petición unánime del público.

Fueron Romanillo y Vascuence, sin embargo, dos ejemplares muy distintos. Terciados los dos, tuvieron una salida explosiva y una voluntad incansable de coger los engaños. Los dos tuvieron fuerza y duración.

A partir de aquí los matices.

Fue Romanillo un novillo de bravura seca, codicioso casi en exceso, que se comía los engaños y precipitaba la siguiente embestida reponiendo con rapidez. Un novillo que exigía una capacidad, un mando y una disposición del torero muy por encima de lo que su trapío habría hecho suponer. Embistió siempre fuerte y mejor cuanto más arrastrada y poderosa se le ofrecía la muleta.

Joselillo le aceptó la pelea y le plantó cara con gallardía y generosidad. De tú a tú, en una actitud que el público supo premiar, impactado todavía por el percance sufrido en la estocada, con sensibilidad y justicia otorgándole las dos orejas del novillo.

Vascuence, por su parte, fue un novillo de bravura enclasada, de embestida profunda, de los que para coger la muleta, colocan la cara haciendo el avión y se desplazan 3 metros más allá de donde acaba el muletazo para repetir pronto y con ritmo tres, cuatro, cinco … tantas veces como lo llamara su matador.

Daniel Medina, lo vio pronto. Y tras la garbosa tijerilla con la que lo recibió de salida, se entretuvo en cuajarlo con el capote. En la muleta el inicio de faena, andando hacia los medios, fue suave, cadencioso, casi displicente. Un entrante perfecto para una faena de toreo caro, estructurada, con tres o cuatro monumentos en forma de pases de pecho.

Con la espada eficaz. A la salida de la suerte un espectador dijo aquello de “está bien muerto, pero mal matado”. Pienso que no le faltaba razón.

Pero a esas alturas de la lidia poco importaba. Las dos orejas y el rabo del novillo ya estaban en sus manos y un nuevo pañuelo azul en el palco.

El público se había vuelto loco con el nuevo torero de Valladolid. Feliz por lo que acababa de ver y ansioso ya por volverle a ver.


Os dejo a continuación un reportaje gráfico que combina imágenes nuestras con otras cedidas amablemente por José Salvador.  

Alfonso González fue el organizador del Festival a través de la empresa Novatauro Iberia S.L. 


Este fue el cartel anunciador

Ficha del novillo Romanillo en la que por error figura con el nombre de su madre

Romanillo en el campo días antes de lidiarse


Así salió Romanillo al ruedo de Simancas

Ya en el capote embistió con fuerza y transmisión

Inicio poderoso de Joselillo

Romanillo se empleó con codicia. Foto J. Salvador

Tuvo una embestida hunillada y con mucha transmisión

El novillo embistió mejor cuanto más se le bajaba la mano

Muy codicioso pero noble

Embistió por los dos pitones

Sin ser fácil, se desplazaba hasta donde lo llevaba el torero

Tuvo duración y humillación

Joselillo le aceptó la pelea y lo toreó por los dos pitones

Encajado y tirando de una embestida de bravura seca

Romanillo embistió con el hocico por el suelo durante toda la faena


Antes de ir a recoger la espada el rostro de Joselillo reflejaba la intensidad de la faena

En el primer intento se fue detrás de la espada con rectitud y decisión

Momento del percance de Joselillo

Finalmente cobró la estocada Foto J.S.

El público supo premiar, impactado todavía por el percance sufrido en la estocada, con sensibilidad y justicia otorgándole las dos orejas del novillo. Foto J.S.


Ficha de Vascuence

Vascuence en el campo días antes del embarque hacia la plaza de Simancas

Daniel Medina recibió con pinturería al novillo

Para después cuajarlo con el capote

Verónicas lentas

El torero encajado y Vascuence embistiendo humillado. Foto J.S.

Daniel Medina lo toreó a placer. Foto J.S.

Vascuence fue pronto y repetidor. Foto J.S.

Siguió la muleta de Daniel Medina con nobleza y ritmo. Foto J.S.

Permitió al novillero realizar toda clase de suertes. Foto J.S.

Adornos y remates rodilla en tierra. Foto J.S.


Tuvo Vascuence una embestida para hacer el toreo caro. Foto J.S.

Para estar en novillero sin dejarse nada. Foto J.S.

Toreo ceñido... Foto J.S.

... y abandonado. A esas alturas de faena Daniel Medina ya tenía al público en el bolsillo. Foto J.S.

Así mostró el novillero su agradecimiento a Vascuence al inicio de la vuelta al ruedo al novillo. Foto J.S.

Y así paseó Daniel Medina las 2 orejas y el rabo de Vascuence


Nota Final. 

En este mismo festival se lidiaron 3 novillos de Hermanos Boyano que correspondieron al rejoneador Ferrer Martín (vuelta), David Luguillano (vuelta) y Fernando Tendero (oreja).

Destacó entre las cuadrillas Rubén Sánchez por su colocación y eficacia en la lidia durante toda la tarde.

domingo, 16 de mayo de 2021

ANDRÉS VÁZQUEZ. Genio y figura

Si alguien tiene alguna duda de que los toreros son verdaderos artistas, no tiene más que ver la admiración que los grandes maestros despiertan a su paso entre los aficionados.

Y es que los toreros se alimentan de las emociones. De la emoción íntima que produce abandonarse delante del toro en busca de la belleza y de la emoción explosiva que provoca la reacción de los aficionados que presencian la faena.

Además, el recuerdo, la gloria, la maestría.

La torería innata que hace que la gente conocedora se abra a los lados para dejar paso al torero, al que fue capaz de asombrar al mundo, al que tuvo el valor, el talento y las agallas de convertir una plaza de carros en una catedral del toreo.

Ayer, volví a ver al maestro Andrés Vázquez que, a pesar de su edad y de estos días de ajetreo y homenajes no se cansa de acudir a eventos.

Si hace unos días recibía en Zamora el Premio de Tauromaquia de Castilla y León, ayer acudió hasta nuestra casa de Toros de Tierz para participar en una tienta de machos junto a los alumnos del Curso de Periodismo Taurino que vinieron acompañados por Miguel Ángel Moncholi.

Ni siquiera el viento quiso perderse la visita del maestro. La finca estaba preciosa, el campo en primavera, las encinas cargadas con sus flores doradas pusieron la decoración campera para recibir a tan ilustre visitante.

Se tentaron dos erales de la ganadería de Pepe Mayoral que añadió al desbordante caudal de amistad un par de gotitas de picante santacolomeño.

Los tentadores David Luguillano y el joven novillero Leandro que vino acompañado de su maestro Alberto Aguilar. No sobra decir que los dos toreros estuvieron superiores.

Pero dejadme que os cuente lo que pasó.

Los alumnos del curso recibieron la explicación del sentido de la tienta, de su finalidad y procedimiento, de lo que se puede explicar con palabras desde un micrófono.

Después salió el toro y con él aparecieron los toreros y la torería. Apareció lo mejor. La bravura de los toros y lo que sólo los toreros saben explicar. El respeto, la educación taurina, el orden, el valor, los valores y el sabor de una profesión que cuando la conoces por dentro te cautiva.

Y fue ahí, de maestro a maestro, cuando David Luguillano, caminó despacio, sin prisas, hasta el ventanal del palquito de la plaza de tientas para brindar su actuación al viejo torero. Pocas palabras y mucho cariño.

Después, al toro, y a torear como sólo los elegidos pueden.

Y, como tantas veces hemos visto, de repente el torero, atrapado ya en el frágil cuerpo del anciano se activa. La sangre del torero zamorano hierve y el maestro que siempre buscó la perfección, se crece, se anima y ve en el matador de toros que torea a uno más de sus alumnos.

Y brotan, oportunos o no, mil consejos. Ese ¡niño más despacio!, ese ¡arrastra la muleta!, ese ¡háblale, háblale!, ese ¡sepárate de él y que venga contento!... Esas cosas que hemos vivido todos los que alguna vez hemos tenido el privilegio de coger, si quiera como aficionados, los trastos delante del maestro.

Esas cosas que han hecho que ayer nos sintiéramos felices por tenerle, genio y figura, una vez más entre nosotros en nuestra casa de Toros de Tierz.

Foto de familia de los alumnos del Curso de Periodismo Taurino 


La mirada inconfundible del maestro Andrés Vázquez

Los ganaderos y el maestro

Confidencias de toreros

Desde la meseta de toriles Miguel Ángel Moncholi explicó para los alumnos todo lo que se puede contar con palabras

En el ruedo hablaron los toreros

Rafael Agudo picó magistralmente a los dos novillos

El brindis al maestro

La torería y personalidad que solo tienen los elegidos

En el ruedo toro y torero. No hace falta nadie más

David al natural

Sin palabras

Leandro demostró que tiene mucho que decir

Tal vez algún día, cuando sea figura, recordemos que Leandro tentó en Toros de Tierz

Leandro demostró entrega, calidad y ganas

En definitiva un novillero con todo el futuro por delante.



Posdata: Escribo esta reseña un 16 de mayo de 2021. En nuestra casa de Toros de Tierz, los erales andan cabizbajos, tal vez melancólicos. No es un día cualquiera. Hoy se cumplen 101 años de la subida al cielo del rey de los toreros. Hoy, como cada año, en el campo bravo los toros en su reburdeo lo recuerdan vivo, ágil, risueño y torero.