domingo, 1 de noviembre de 2020

TENTADERO DE MACHOS CON EL NOVILLERO ÁLVARO SÁNCHEZ: “NUNCA DEJAR DE CREER”

Sol radiante en este último día de octubre en Toros de Tierz. Un día perfecto para una de las labores más importantes de la ganadería: el tentadero de machos.

Para eso y para descubrir a un joven torero, Álvaro Sánchez que acudió a la ganadería por indicación del empresario taurino Roberto Aguado.

Vimos en él un torero clásico y elegante. Un torero joven, pero con el oficio aprendido del bien torear.

Un torero quien, a la pregunta de ¿Qué es lo más importante en un torero? Nos dio un titular perfecto:

"Lo más importante es no dejar nunca de creer. Creer en ti mismo como torero y en el animal que tienes delante para ofrecer una obra completa al público que te ve torear".

Pero mejor, dejemos que sea él mismo quien nos cuente, a través de las imágenes cómo transcurrió la jornada y cual es su concepto del toreo.

En lo personal, descubrimos a un hombre prudente, un punto reservado.
- Álvaro, cuéntanos un secreto de ti que los demás no conozcan:
- "Ninguno de mis secretos los conocen los demás, y así debe seguir siendo".


Meticuloso y detallista, prepara sus propios trastos a pesar de contar con la ayuda de su hermano que hace las labores de mozo de espadas.


Recuerda sus inicios y se siente feliz de que le acompañen en su día a día de torero.
- "Quise ser torero porque veía a Raúl Velasco y aquello me parecía diferente. Pasaba tanto miedo que me iba de la plaza cuando lo veía torear".


Mientras se prepara el tentadero, recuerda a otros toreros:
- "Son muchos los toreros que me han inspirado y que, sin necesidad de ser figuras,  me han dejado huella personal, Jesús de Alba, que me enseñó a torear, Ruiz Manuel..."

Relajado, aprovechó los momentos previos al tentadero para conversar con todos.


Momentos agradables, relajados, para disfrutar de la amistad y de la presencia de grandes profesionales

Ya en el ruedo, los últimos consejos de Luis Miguel Collado, orden, seriedad y atención a las instrucciones del ganadero.

Es un tentadero de machos. Van a quemarse directamente, por lo que no habrá ramas ni carreras. Pero antes una becerrita a modo para poner el cuerpo a tono.

Para desentumecer los músculos e ir dejando que fluyan, relajadas, las primeras sensaciones


Y sin más, el primero de los dos erales, bravo, temperamental, se arranca pronto y con todo contra el caballo que monta Pedro Iturralde

Y Álvaro, se muestra como un torero consciente.
- "Un torero no debe necesitar muchas indicaciones, debe ver las soluciones sin necesidad de que se las apunten desde el burladero"

- "Las pausas, el entrar y salir del toro, deben hacerse con elegancia, sin impostura, así entiendo yo la torería"

- "Luego, me parece fundamental acompasar las condiciones del animal a las tuyas, con tu personalidad"


- "Encontrar la armonía a través del temple"

- "Exigirte a tí y exigirle al animal hasta conseguir que el novillo se multiplique en sus embestidas"

- "Pienso, que torear, es entregarte para finalmente, dominar al animal. Para eso hace falta disposición, actitud, eso es lo que más percibe el público"

- "Cada animal es diferente. El torero debe adaptar su toreo a las condiciones de cada toro. Pero eso sí, sin perder su concepto"

Y si el primer novillo fue bravo, no fue menos pronto y alegre el segundo en sus acometidas al peto.

Diferente, permitió a Álvaro ofrecernos un toreo más estético,

Un toreo, elegantemente poderoso

Un toreo inspirado y personal


Un toreo clásico

Un toreo encajado, de plantas asentadas y riñones hundidos...

... de torear con las yemas de los dedos y enganchar con los vuelos.
-"El toreo está en las yemas de los dedos, la muleta es sólo una extensión de los dedos del torero"

De prolongar las embestidas y llevar al animal cosido a un dedo del hocico

- "La pureza es el compromiso y la entrega del torero y el toro lo percibe de inmediato".


- "Al principio quería saber lo que se sentía al torear, quería aprender a torear"

- "Luego no te conformas con eso y quieres más. Un torero siempre debe querer más"

Así es Álvaro Sánchez Moreno, un novillero de 21 años con con más de 70 festejos en su currículum, 11 de ellos ya con picadores y que ha pisado plazas importantes, como Málaga, Alicante, Guadalajara, Almería, Burgos o Linares.

Al final del tentadero, curar y refrescar a los animales, los últimos cuidados del ganadero, antes de decidir su destino.




Después un almuerzo campero y una tertulia para compartir sensaciones y experiencias. Un almuerzo en el que contamos con la compañia, la amistad y los vinos de Pago de la Oliva.
www.pagodelaoliva.com


Nota: Está de más advertirlo, pero desde la ganadería queremos indicaros que tanto en la organización del tentadero, como en los desplazamientos y en su desarrollo, se observaron las disposiciones vigentes en materia de prevención frente al Covid 19.


lunes, 6 de julio de 2020

MOTIVOS PARA CELEBRAR

Escribo esto con las sensaciones - todavía frescas en la memoria - que nos dejó el tentadero que vivimos en Toros de Tierz en la mañana de ayer.

El recién acabado estado de alarma, el largo confinamiento y la incertidumbre con que se presentan los próximos meses, nos han dado a todos muchos motivos para pensar.

Más de una vez, en estos días pasados, han estremecido mi memoria los 21 sinónimos del miedo que relataba Juncal en aquella impagable escena del torero confinado en la habitación del hotel antes de la corrida*.

Es evidente que todos nos hemos visto frente a una situación imprevista y desconocida que nos ha puesto a prueba, frente a la que no es fácil reaccionar.

Y tal vez por eso, los que amamos las tauromaquias - tan diversas y tan grandes - hoy somos capaces de encontrar en ellas una escuela de vida.

Una escuela que nos enseña que la dificultad se vence enfrentándola con entereza, volteándola hasta ser capaces de encontrar en ella verdaderos motivos para celebrar.

Así surgió la idea de provocar en la finca de Toros de Tierz uno más de esos momentos especiales que dan sentido a esta aventura de ser ganadero de reses bravas.

Los 30 años de matador de toros de David Luguillano, ofrecían la ocasión perfecta para celebrar que, después del paso de los años seguimos aquí, que la amistad perdura. Una ocasión perfecta para sentir como el reencuentro con los amigos es sin duda, uno de los caminos que conducen más directos a la felicidad.

Celebrar el reencuentro con la amistad y la complicidad

Celebrar como, a pesar del paso de los años, sigue habiendo futuro y nuevas ilusiones

Celebrar esos detalles de belleza y torería que a veces pasan inadvertidos

Celebrar la tranquilidad del campo

Organizar el tentadero, para que todo se haga perfecto

Vivirlo a ras de suelo, sin perder ningún detalle

Y sentir como brota de repente el toreo, caro, natural, relajado, eterno...

... el toreo de quien es maestro porque lo hace y porque lo enseña.

Vaya para él en esta ocasión el homenaje de cuantos formamos la familia de Toros de Tierz

Vaya para él que es quien nos brindó, esta vez,  verdaderos motivos para celebrar.


*Nota: Os dejo aquí, por si alguno queda que no los conozca, los 21 sinónimos de la palabra miedo que Jaime de Armiñán puso en boca del inefable Juncal: temor, recelo, rescoldo, aprehensión, cuidado, sospecha, desconfianza, cerote, medrana, pánico, cangui, canguelo, julepe, jindama, pavor, mieditis, espanto, terror, susto, horror y repullo

domingo, 28 de junio de 2020

EL CAMPO NO PARA NUNCA

En el campo no se para nunca. Da igual que haya festejos o no, siempre hay algo que hacer. 

Más allá de las labores que realizamos con los animales como saneamientos, cuidados veterinarios, la alimentación diaria, hay que estar siempre pendiente de mantener las instalaciones en el mejor estado posible.

La intemperie y el trato con los animales, hacen que puertas, vallados y cancelas estén sometidos a un desgaste y un deterioro permanentes.

Y es que la pereza o los descuidos se pagan caros puesto que las instalaciones de inmediato, pierden su funcionalidad y quedan inservibles haciendo muy difíciles y hasta imposibles, la realización de las tareas básicas de manejo.

Así que estos días nos hemos puesto a la faena y hemos comenzado una campaña de mantenimiento en la que estamos reparando principalmente puertas y cercados.

En Toros de Tierz, estas tareas nos sirven también para disfrutar de la amistad y poder hacer que los que sois habituales de la casa, sintáis la ganadería como propia.

Tal vez esto último sea lo que más me satisface en estos momentos en los que la posibilidad de lidiar los animales se presenta como una ilusión cada día más difícil.

Alimentar a los animales es una tarea diaria, pero hay otras más que no se pueden descuidar
Mantener los pesados portones de la placita de tientas

Hacer nuevos cercados para separar los lotes de cubrición

Reparar desperfectos y cubrir huecos...

... son tareas fundamentales que no se pueden descuidar.

Y claro, mientras los hombres trabajan, los novillos despreocupados, disfrutan de los pastos que todavía les ofrece la finca en estos primeros días del verano
Las vacas, rumian tranquilas y cuidan de las nuevas camadas de becerros
Y el joven semental, siempre alerta, ventea su harén seguro de que no tardará el momento en el que le toque intervenir


domingo, 19 de abril de 2020

IMAGINO


En este confinamiento doméstico, empiezo a perder la noción del tiempo. Hace ya tantos días que no salgo de casa que he preferido dejar de contarlos.

Cada día echo de menos el campo, el aire, el contacto con los animales. Ver fotos o videos ya no resulta suficiente.

Imagino la Quinta de Tierz en esta primavera tan suave y buena para el campo y los toros como gris y amarga para los toreros y el ganadero.

Imagino la pradera, como una alfombra, con ese color verde limón que le da el sol de media mañana.

El día sereno, sin viento, algunos charcos en las zonas más bajas. El ambiente, húmedo, invita a llenar los pulmones y mantener la inspiración. Cierro los ojos y dirijo la cara hacia el sol y, desde mi condición de friolero, le agradezco ese calor tibio, que invita a soñar.

Imagino las encinas más tempranas que, como eralillas alocadas comienzan a florecer. Las otras, la mayoría, vendrán más tarde y me hacen pensar ya en un fértil final de la otoñada, sin pasar por este verano que parece que no existirá.

En el cercado grande la piara de las madres. Dispersa y ajena al mundo, ocupa casi por completo el prado de detrás del refugio. Las imagino por mitades. Unas echadas rumiando y otras holgazanas, aprovechando la hierba en un careo pausado hacia la linde del fondo.

Al tiempo, imagino el belfo de una vaca vieja que chorrea en el abrevadero, distraída en su refresco, por el paso furtivo de un zorro que, con su trote ligero, cruza el cercado del camino de atrás.

Imagino 3 becerrillos chicos echados en la paja junto al comedero y otros dos más atrevidos, que tratan de burlar la vigilancia de sus madres para iniciar una excursión hacia la zona de los hoyos. Son dos machitos. Uno es negro mulato, el otro chorreado, de los que no fallan nunca.

Imagino al 1 en el pinarillo que, reburdea aburrido y sin horizonte, maldiciendo su cautiverio, en su desafío constante contra el mundo. La compañía de los más pequeños de la camada, se le hace insuficiente y esa ración extra que les roba a los demás, no sirve de alivio para la quemazón que le produce la presencia de las hembras al otro lado de la alambrada.

En el corralón grande, Farsante, aprovecha su tiempo de descanso para recuperarse. No le importa que su compañía se limite a una cabestrilla berrenda que ya casi es más alta que él. Necesitaba un descanso y lo imagino con la mirada perdida, echado al abrigo de la pared y seguro de que Raúl llegará puntual con su ración de pienso.

Imagino un grupo de novillos jóvenes, todavía con los hierros tiernos, aprovechando que no hay ciclistas ni curiosos para rebañar la hierba de la linde del camino. Van juntos, todavía no se han hermanado con el grupo de erales y utreros que descansan de no hacer nada en su querencia.

Imagino el trino de los pájaros, la liebre encamada, el bando de perdices del camino y los jilgueros en el espino. Imagino dos abubillas que juguetean entre los pinos.

Imagino la paz del campo y la felicidad que no tenemos.

Imagino, en fin, que ya queda un día menos para llegar a la cancela de Toros de Tierz y sonreír viendo que el candado ya está abierto, que los amigos ya llegaron, que va a ser un día grande, que por fin volvemos a encontrarnos.