jueves, 31 de agosto de 2017

REPASAR EL GANADO

Una de las tareas diarias, quizás la más satisfactoria para el ganadero, es repasar el ganado.

Comprobar que todos los animales se encuentran como deben, con el alimento y el agua adecuados; asegurarse de que no ha habido bajas ni accidentes.

En definitiva, disfrutar de la calma de la ganadería, de lo que es otro día más en la forja de la bravura.

Adivinar en el vientre de las vacas la llegada del nuevo becerrillo

Disfrutar del sol de la tarde

Inquietarse con el paseante que curiosea por la linde del cercado

Marcar al fotógrafo advirtiéndole de quien manda en la dehesa

Cuidar de la guardería mientras el resto de las madres buscan su ración de pienso

Ver como los ojos de la bravura se asoman al mundo casi por primera vez

Oir como las madres dan a sus becerrillos los primeros consejos,

Los primeros besos,

La seguridad de sentirse a salvo de todo. 

En la otra punta de la finca, los machos se rematan y miran curiosos las peleas de los jóvenes

Juegos y cuentas pendientes entre los novillos

Pero la curiosidad puede menos que la glotonería y los toros, ya rematados apuran sus últimos días en la finca

Mientras otros, muestran orgullosos su mayor triunfo: haber regresado a casa victorioso después de pelear en el ruedo

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