Cuando aún no se han apagado los ecos de los festejos lidiados en 2024, llega un nuevo tiempo en la ganadería de Toros de Tierz.
La vida en el campo no se para nunca y llegado el veranillo de San Miguel, un repaso a los libros de cubriciones nos avisa de que los cercados estarán ya poco tiempo vacíos.
Los vientres de las vacas se redondean y las ubres comienzan a dar señales de que la bravura se abre paso nuevamente.
Es un tiempo de ilusión y de sorpresas. Benditas sorpresas que duermen sus sueños calostrales bajo las chaparras.
Así, oculto entre las piedras trata de pasar inadvertido el nuevo recental. Negro mulato es el primero de su camada. El que en apenas un par de meses será el orgulloso capitán de una nueva tropa que ya llega al mundo pidiendo toreros.
De momento, y hasta que vean la luz sus hermanos de camada, se conforma con dar sus primeros pasos en el mundo, para anunciar su presencia a la tropa de vacas y buscar orgullosamente a su madre que lo observa desde lejos.
Con él ha comenzado en Toros de Tierz una nueva paridera.
Y, caprichos del destino, quien es hoy el centro de todas las miradas hereda de su madre el nombre de Observado. Bien puede estar seguro de que en los próximos años no lo perderemos de vista.
Ayer lidiamos en la localidad soriana de Arcos de Jalón el segundo festejo de este 2024.
4 novillos de Toros de Tierz para los matadores de toros Rubén Sanz e Ismael Martín.
El matador soriano sustituía en el cartel a la novillera Carla Otero quien hace unos días tomó la difícil decisión de apartarse de los ruedos. Desde la ganadería de Toros de Tierz deseamos a la joven torera lo mejor en esta nueva etapa.
¡Quién sabe si el haberse enfrentado a nuestro novillos tal vez le hubiera dado la confianza necesaria para continuar adelante en el camino del toreo! Nunca lo sabremos.
Lo que si sabemos es que el triunfador absoluto del festival de ayer fue Ismael Martín.
Animoso, con la ilusión de quien tiene todavía fresco el recuerdo de su reciente alternativa en la pasada feria de Burgos.
Decidido, firme y con unas enormes ganas de agradar a un público ruidoso, bullanguero y disfrutón que prácticamente llenó los tendidos de su plaza de toros.
Desfilaron las peñas, hicieron los toreros el paseíllo, siguiendo los pasos de un alguacil de infantería para, a continuación, iniciar la suelta de los 4 novillos de Toros de Tierz.
Bien presentados, tuvieron movilidad y fiereza.
Fueron saliendo uno tras otro, picantes y encastados. Pidiendo mando, temple y manos bajas. Medicina que los toreros no siempre supieron administrar, pero que cuando acertaban por momentos con la dosis adecuada causaba el efecto inmediato en unas embestidas que de inmediato se volvían nobles y obedientes.
Mantuvieron los novillos en todo momento el interés de los aficionados y sembraron la emoción entre el jolgorio de las peñas.
3 orejas paseó Ismael Martín tras dos estocadas fulminantes y bien podría haber sumado alguna otra el soriano Rubén Sanz de haber tenido mayor acierto con la espada.
Como siempre, os dejo una galería de fotos del festejo, extraídas esta vez del digital Alto Jalón gracias al trabajo de Javitxu.
Cartel del festival
Rubén Sanz, el matador de toros soriano, en el patio de cuadrillas, momentos previos al paseíllo
En Arcos de Jalón el alguacilillo pertenece al cuerpo de infantería
Imagen del paseíllo
Casi lleno en los tendidos, con un público fiestero y disfrutón
Camuflados en el tendido el mayoral y su acompañante, atentos al comportamiento de los novillos
Ismael Martín brindó a Rubén Sanz su segundo novillo
El soriano, se mantuvo toda la tarde fiel a su singular personalidad torera
Ismael Martín, entregado y solvente con sus dos novillos
2 orejas en su primero y una más en el que cerró plaza.
En estas imágenes podéis ver los cuatro novillos lidiados fotografiados en el campo días antes de su embarque en el mismo orden que fueron lidiados.
Vascuence
Enfadito
Harinero
Obstinado
En el siguiente video podéis ver un pequeño resumen del festival.
El pasado jueves 15 de agosto, lidiamos en Pradoluengo la primera de las dos novilladas programadas para este 2024.
Y, como avanzábamos en nuestra anterior entrada, ¡bien valió la pelechada!. 4 orejas (que pudieron haber sido más si hubiera habido mayor acierto con los aceros) y vuelta al ruedo a un novillo.
Los novillos, presentados acorde a lo que pedían la categoría de la plaza y la experiencia de los novilleros, dieron el juego esperado.
Todos tuvieron el común comportamiento de la nobleza, la fijeza y el recorrido.
Acusaron, en forma de justeza de fuerzas, la falta de descanso y los rigores del viaje en camión hasta Pradoluengo. Tuvieron, no obstante, la raza suficiente para venirse arriba y acometer con alegría en las faenas que les plantearon los novilleros.
Los dos novilleros tuvieron una actuación destacable y se presentan como buenos proyectos de futuro.
Alberto Torrijos, en su primero, Pinchazo y estocada. Una oreja. En el tercero, estocada y 2 orejas.
Olga Casado. Estocada tras 2 pinchazos en el segundo de la tarde. Oreja. En el cuarto, media estocada. Pierde las orejas al fallar repetidamente con el descabello. Palmas.
Al segundo novillo, Farsito 24, se le dio la vuelta al ruedo.
A la muerte del tercero, el novillero Alberto Torrijos invitó al ganadero a compartir con él la vuelta al ruedo, quien prefirió limitarse a saludar desde su localidad en el tendido de la plaza.
En definitiva una tarde entretenida en la que el público pudo disfrutar de la bravura que con tanto mimo se cuida en los prados de Toros de Tierz.
Os dejo a continuación algunas imágenes y las fotografías tomadas en el campo de los novillos lidiados en Pradoluengo.
España arde en fiestas a mediados de agosto por la Virgen y San Roque.
Fiestas de la cosecha, de la abundancia y del reencuentro con los que un día se fueron y que regresan al pueblo en la época del veraneo.
Se decía que quien no se viste de torero el 15 de agosto ya casi no puede llamarse torero.
Acaso pase lo mismo con quienes, teniendo toros en el campo, no lidian en fecha tan señalada.
Este año, parte de la camada de Toros de Tierz se lidiará en Pradoluengo por sus fiestas de la Virgen y San Roque.
Un hermosísimo pueblo burgalés situado a los pies de la sierra de la Demanda en el que nos ilusiona pensar que la ganadería de Toros de Tierz dejará su huella de bravura.
Desde aquí os anunciamos que el 15 de agosto en Pradoluengo, habrá fiesta, novillos y novilleros.
Os animamos a acompañarnos. Estamos seguros de que, como se dice por aquellas tierras, ¡bien valdrá la pelechada!
Estos días que hemos disfrutado tanto con la selección nacional, en Toros de Tierz hemos estado pendientes de nuestra propia selección.
En el campo bravo, la selección es una tarea principal. Y son muchas las cuestiones que hay que seleccionar.
En primer lugar la selección de los reproductores.
Primero las hembras que son la solera sobre la que se realiza en cada casa ganadera la crianza del ganado. Después el destino de los machos. Unos, los más, para la lidia. Otros, los menos, para la reproducción. Algunos para ambas cosas y los empleamos para repasar la piara de vacas y completar así la tarea del semental titular antes de rendir su vida en la plaza.
También forma parte de la selección, por supuesto en otro nivel, elegir a los toreros que van a realizar las labores de tienta.
Como en toda casa ganadera, aquí también tenemos nuestro criterio particular. Un visión al futuro. Si el resultado de la tienta es el futuro de la ganadería, éste lo han de decidir toreros de futuro. Por eso, no faltan cada año en la ganadería novilleros en las tareas de tentadero. Novilleros que son y novilleros que quieren ser.
Y junto a los que les cabe dibujar el futuro de la fiesta, la tapia de la amistad. La que ocupan esos que de una u otra manera viven el día a día de la ganadería y son parte de la familia de Toros de Tierz.
Me gusta verlos esos días en la tapia, aportando su cuota de afición.
Finalizados los tentaderos, tertulia, opiniones y para el ganadero, sólo para él, la responsabilidad de decidir. Un ritual anual que en este 2024 se ha repetido una vez más en nuestra querida plaza de Toros de Tierz.
Os dejo unas imágenes y un enlace a un reportaje que hizo Santos García Catalán para el programa Grana y Oro de la Televisión de Castilla y León.
Jesús de la Calzada y Juan Ortega. Un novillero que es y otro que quiere ser fueron los protagonistas de los tentaderos de 2024.
Foto de familia de una de las jornadas de tentaderos
Bravuras diferentes en los animales tentados reflejan que en una camada pequeña también hay espacio para la diversidad,
En estos tiempos de despliegue y popularización de la inteligencia artificial nos adentramos en un mundo en el que para cada situación dispondremos de un algoritmo que anticipe el análisis y nos devuelva - en décimas de segundo - un conjunto de opciones cualificadas entre las que, además, priorice la más favorable a nuestros intereses.
De esta forma nos acostumbra a dejarnos llevar permitiendo que la máquina nos sustituya en la tediosa labor de analizar y proponer alternativas como posibles soluciones a un problema complejo.
La superabundancia de datos que caracteriza nuestro día a día nos sumerge en un mundo caótico que facilita a los desarrolladores de la inteligencia artificial beber del fruto de nuestra más odiosa cualidad, la pereza, para convertirnos en alguna medida en sujetos pasivos de nuestras propias decisiones.
Las labores del campo tienen – sin embargo - otro ritmo, otro tempo que es enemigo del barullo y que resuelve haciendo acopio de una inteligencia natural que se maneja en el frágil equilibrio de la justeza de medios, la paciencia, el conocimiento y la tenacidad.
¿Mundos contrapuestos?, tal vez. ¿Mundos complementarios?, mejor.
Me sirve esta entradilla para contaros como hay días en los que el apacible campo bravo, despierta de su letargo diario y se sumerge en el caos.
Un caos delicioso y provocado por la suma de todos cuantos nos visitáis en esta fiesta del herradero y que os agolpáis expectantes junto al cajón de herrar, atraídos por la llamada excitante de la bravura y el impulso atávico del fuego.
Un guiso campero compuesto por la suma perfecta de debutantes, chiquillería, parientes, amigos, amigos de los amigos, acompañantes, ganaderos, toreros, unos que han sido, otros que son, otros que quieren ser y otros que - simplemente - quisiéramos haber sido.
Una sopa juliana que se completa con la aparición, uno a uno, por la manga que da paso desde las corraletas hasta el cajón de herrar, de los jóvenes becerros que hacen así, su presentación en sociedad.
Y, como en cualquier presentación que se precie, lucen su mejor tipo y apuntan su personalidad.
Unos se presentan dóciles, al paso, seguros de sí mismos. Aceptan su encuentro con los hombres y el fuego con la entereza que les aporta la seca bravura que da sentido a su crianza.
Otros, más timoratos, se ruborizan ante la prueba y dan la vuelta queriendo desandar el camino.
Otros se revuelven, patalean, mugen y protestan. Bendita diversidad para una ganadería cortita.
Los invitados los reciben expectantes, los examinan y esperan - me consta - la emoción de lo imprevisto.
Ansían y celebran el momento en el que el instinto, la listeza o la furia de los animales desborde y desbarate ese ir y venir de hierros candentes entre la estufa, el cajón y el gentío que, milagrosamente, año tras año sale ileso de la ceremonia.
Ansían y celebran el momento en el que el caos ordenado de paso al de verdad, al que provoca el becerro que se impone a su cautiverio y desafía, con su alocada embestida, a cuantos pretenden reducir su marcado a la aplicación del algoritmo que había determinado el método más eficaz.
Ansían el barullo, la emoción, la descarga de adrenalina, sentir la respuesta propia y jalear la de los que hacen frente a la situación echando mano de lo que la inteligencia natural del campo nos enseña como valores fundamentales: la entereza, el valor, el arrojo, la colaboración, el compañerismo, la suma de fuerzas, la experiencia, la determinación para resolver.
Así es el momento en el que el herradero se convierte en fiesta, cuando construye momentos memorables para los que lo vieron y para los que participaron, cuando nos provee de historias para recordar y contar.
Así es como ayer, Coquinero número 29, alegró las caras de cuantos estuvisteis presentes y se ganó el respeto, entre sus hermanos de camada, por haber puesto a todos a prueba en el día de su primera prueba.
Os dejo, a continuación un magnífico reportaje de la jornada elaborado por Alfonso Mata.