Herradero en Toros de Tierz |
Tal vez el herradero sea junto con el tentadero una de las faenas más conocidas de una ganadería brava.
En Toros de Tierz es a la vez motivo para festejar un día de campo con los muchos amigos que aprovechan ese día para acercarse a visitarnos.
En este 23 de abril de 2016 han recibido su bautismo de fuego los animales que componen la camada correspondiente al guarismo 5, esto es, los nacidos entre el 1 de julio de 2014 y el 30 de junio de 2015.
Una faena ganadera que queremos compartir con todos vosotros a través de este reportaje.
La mañana es magnífica en la Quinta de Tierz. |
Los novillos, perezosos, rumian en su cercado su ración de pienso echados tranquilamente al sol de la mañana. Para ellos será un día más. |
En la ganadería, sin embargo hoy es un día especial y el ganadero y sus ayudantes llevan ya varios días trabajando para tener todo a punto para que el herradero pueda desarrollarse con normalidad.
Desahijar, preparar el cajón de herrar, comprobar puertas y cercados, la leña para el fuego, los hierros, la estufa, mesas, parrillas, las provisiones, señalar el camino para los los invitados, adecentar la finca y las instalaciones, son faenas que ocupan los días previos del ganadero y que se añaden al sinfín de trámites administrativos que pasan desapercibidos y que constituyen la verdadera trastienda de un día como éste.
Ajustar el cajón en el extremo de la manga, tal vez sea la tarea más emblemática del día previo al herradero |
La mañana comienza con un pequeño encierro. Los animales, que han sido apartados de sus madres unos días antes, son conducidos hasta las corraletas de la finca. |
Ahí, separados por sexos, van ocupando los diferentes chiqueros para facilitar el desarrollo ordenado de la faena |
El ganadero ha sido de los primeros en llegar a la finca |
Y el veterinario hace las últimas comprobaciones a la documentación |
Todo está en regla. La hoguera simboliza la forma tradicional de calentar los hierros |
La estufa, más moderna permite mantener al rojo los números y la marca de la ganadería |
Es el momento de abrir la puerta del oscuro túnel por el que irán apareciendo uno tras otro los 16 animales que componen la camada de este año |
A su llegada a la manga el barullo de los invitados se combina con la mirada del becerro, noble, extrañado, arrogante |
Una vez en el cajón, los hombres lo inmovilizan y su bravura hace que se resista a este fugaz cautiverio. |
Siente en su piel la quemazón de los hierros que a partir de hoy le unen y distinguen a la vez de sus hermanos de Toros de Tierz |
Ya herrado, trata de vengar la ofensa desatando su furia contra todos en una salida atropellada |
Efímero disgusto que se compensa una vez que ya en libertad reconoce su cercado y acude a la llamada de su querencia. |
Los hierros han de quedar perfectamente señalados en la piel, sin que se emborronen ni tampoco hacer heridas innecesarias |
Tapar la cara del animal permite que se mantenga tranquilo |
Es su bravura lo que le ayuda a soportar el dolor de la quemazón sin quejarse. |
La salida furiosa provoca a la vez el júbilo de los asistentes y el terror del ganadero ante la posibilidad de que algún animal pudiera estropearse |
En el suelo, colocar bien la cabeza del animal evita daños en los pitones y facilita su inmovilización |
Así, poco a poco, ha ido desarrollándose un año más este día de herradero en Toros de Tierz.
Un día para trabajar duro y por momentos esforzarse
Para trabajar en equipo,
Para divertirse,
Para pasarlo bien entre amigos
Para la familia
En fin un día para abrir las puertas de la ganadería a todos los que formáis parte de Toros de Tierz y compartir con vosotros esta faena ganadera que es el herradero.